sábado, 15 de agosto de 2015

UNA PAUSA HASTA SEPTIEMBRE

Playa de Las Canteras (Las Palmas de Gran Canaria)

Voy a tomarme unas vacaciones del blog.
¿Qué significa eso de “unas vacaciones del blog”?
¿Necesitas un diccionario?
No. No necesito un puto diccionario. Necesito una explicación. O mejor. Te la exijo.
¿Me la exiges?
Sí. Te la exijo.
¿Con qué autoridad?
¡No me toques el código HTML, anda! Contestas a esto. ¿Para qué necesitas unas vacaciones del blog?
Necesito desconectar.
¿Acaso estás enchufado a algún sitio? ¡Ni que fueras el cargador de un móvil!
Lo que estoy tratando de decirte es que estoy saturado, mental y físicamente. Necesito un break. Una pausa. Un descanso para oxigenar mente y cuerpo, y ocuparme de otras cosas.
¿Qué otras cosas? Un momento. No estarás pensando en dejar el blog, ¿verdad?
No. Aún no.
¿Cómo que “aún no”? ¿A qué viene eso? A mí no me amenaces, capullo. Tú no sabes quién soy yo.
Sé perfectamente quién eres. Eres un blog. Mi blog. Así que no te des aires.
¿Crees que puedes deshacerte de mí tan fácilmente?
¡Por supuesto que lo creo! Sólo tengo que acceder al apartado correspondiente de tu configuración, pulsar el botón “eliminar”, y adiós blog. «Sayonara, baby».
Así que piensas hacerlo. Piensas deshacerte de mí.
No te montes películas. Sólo digo que en algún momento esta aventura llegará a su fin. Yo soy escritor, no blogger.
¿Y qué mierda significa eso?
Significa que ambos tuvimos claro desde el principio cuál iba a ser tu papel en toda esta historia. Tú eres un vehículo, no un fin.
O sea, que ahora soy un taxi.
No seas cínico, ¿quieres?
Y tú no seas capullo.
¿Por qué te lo tomas todo tan a la tremenda? Yo sólo digo que necesito unas vacaciones, tomarme unas semanas para pensar en otras cosas. Sólo eso. Me daré largos paseos por la Avenida Marítima, o por la Playa de Las Canteras. Eso me ayudará a desconectar y coger fuerzas para la temporada que viene, que promete ser intensa.
¿De cuánto tiempo estamos hablando?
No lo sé. Dos o tres semanas tal vez.
¡¡¿Tres semanas?!! ¿Y qué voy a hacer yo en todo ese tiempo?
Francamente querido, ni lo sé ni me importa.


 



sábado, 1 de agosto de 2015

GRACIAS, PAOLA PANZIERI

Hoy os hablaré de una lectora y amiga de este blog.
Se llama Paola Panzieri. Es bloguera, como yo, y podéis encontrarla en los siguientes blogs que ella administra:

El bar de Ernesto: http://papan0.blogspot.com.es/
Técnica del Grottesco por Paola Panzieri: http://paolpan.blogspot.com.es/


Paola y yo nos conocimos a través de mi blog. Todo comenzó con un amable comentario que Paola había dejado a propósito de una de mis publicaciones. A partir de aquí, a cada nueva publicación mía, ahí estaba Paola con un nuevo comentario suyo.
Un día me escribió diciéndome que si a mí me diese por impartir un curso acerca de cómo escribir humor literario, ella querría ser mi primera alumna. Yo le contesté en privado que no. Que jamás se me ocurriría hacer tal cosa. Me refiero a lo de dar clases. ¿Cómo podría hacerlo, si ni yo mismo sé cómo ni de qué manera surgen los chistes en mi absurda mente?

Cuando anuncié mi intención de publicar mi primer libro con relatos extraídos de mi blog, Paola fue de las primeras en mostrar su interés en hacerse con un ejemplar.
Durante el largo proceso de edición, ella y yo hablábamos en privado y me daba ánimos para afrontar los últimos escollos que me separaban de mi gran sueño.
Cuando al fin puse mi libro a la venta, Paola fue de las primeras en hacerse con un ejemplar. Le llegó a su casa a los pocos días, y me envió esta foto para ilustrar el momento.

Foto remitida por Paola Panzieri

P.D.: Me encanta lo de “Receta magistral Anti–estrés” : )

En los días que siguieron, Paola y yo manteníamos correspondencia en privado donde me iba poniendo al día de sus impresiones a medida que avanzaba en la lectura de mi libro.
Con su permiso, me permito mostraros una de esas impresiones.

«La portada: está muy bien ideada y diseñada, llama la atención y da ganas de ojearlo.
Si de momento las ventas no van muy bien, tienes que tener paciencia. El tuyo es uno de esos libros que comentas en el trabajo o con amigos porque quien lo tiene ha descubierto algo que desea compartir (aunque sólo sea para hacer ver que no sólo lee best-sellers y que sabe buscar cosas originales). Y quien le escucha quiere fardar de lo mismo con sus amigos, y lo acaba comprando. Claro que tiene que ser de verdad original y decir algo nuevo, y el tuyo tiene ambas cosas».

He de decir, para aquellos que no lo sepáis, que la portada es un dibujo original hecho por mí. De joven dibujaba bastante bien. Incluso quedé tercero en un certamen de cómics que se celebró en mi ciudad, allá por 1990. Pero eso, como diría el viejo Moustache, “ya es otra historia...”.

A los pocos días de recibir las primeras impresiones, Paola me hizo saber que no había podido resistir la tentación de leerse el libro casi de un tirón. Y éstas fueron sus conclusiones finales.

«Hola, Pedro. Estoy encantada con tu libro; levanta el ánimo. Si todos viéramos las cosas así, esto sería un mundo mejor, sin duda alguna.
Me había prometido dejarlo para el verano, pero la verdad es que no lo he conseguido. Evadirme de la realidad con la ayuda de tus relatos ha sido la mejor medicina que haya podido tomar, así que ¿cómo no voy a recomendarlo? Es uno de esos libros que no puede faltar en una librería que se precie.
De tu libro uno puede presumir por estar, de momento, entre los pocos que han encontrado ese pequeño tesoro».


¿Qué se puede añadir después de leer algo así? Muy poco, la verdad. Lo que sí puedo decir es lo que siento cada vez que leo este tipo de opiniones: satisfacción. Me satisface saber que mis letras consiguen su principal objetivo: hacer pasar un buen rato a quien decida sumergirse en ellas.

Gracias, Paola.