Playa de Las Canteras (Las Palmas de Gran Canaria) |
Voy
a tomarme unas vacaciones del blog.
—¿Qué
significa eso de “unas vacaciones del blog”?
¿Necesitas
un diccionario?
—No.
No necesito un puto diccionario. Necesito una explicación. O mejor.
Te la exijo.
¿Me
la exiges?
—Sí.
Te la exijo.
¿Con
qué autoridad?
—¡No
me toques el código HTML, anda! Contestas a esto. ¿Para qué
necesitas unas vacaciones del blog?
Necesito
desconectar.
—¿Acaso
estás enchufado a algún sitio? ¡Ni que fueras el cargador de un
móvil!
Lo
que estoy tratando de decirte es que estoy saturado, mental y
físicamente. Necesito un break. Una pausa. Un descanso para oxigenar mente y
cuerpo, y ocuparme de otras cosas.
—¿Qué
otras cosas? Un momento. No estarás pensando en dejar el blog,
¿verdad?
No.
Aún no.
—¿Cómo
que “aún no”? ¿A qué viene eso? A mí no me amenaces, capullo.
Tú no sabes quién soy yo.
Sé
perfectamente quién eres. Eres un blog. Mi blog. Así que no te des
aires.
—¿Crees
que puedes deshacerte de mí tan fácilmente?
¡Por supuesto que lo creo! Sólo tengo que acceder al apartado correspondiente de
tu configuración, pulsar el botón “eliminar”, y adiós
blog. «Sayonara, baby».
—Así
que piensas hacerlo. Piensas deshacerte de mí.
No
te montes películas. Sólo digo que en algún momento esta aventura
llegará a su fin. Yo soy escritor, no blogger.
—¿Y
qué mierda significa eso?
Significa
que ambos tuvimos claro desde el principio cuál iba a ser tu papel
en toda esta historia. Tú eres un vehículo, no un fin.
—O
sea, que ahora soy un taxi.
No
seas cínico, ¿quieres?
—Y
tú no seas capullo.
¿Por
qué te lo tomas todo tan a la tremenda? Yo sólo digo que necesito
unas vacaciones, tomarme unas semanas para pensar en otras cosas.
Sólo eso. Me daré largos paseos por la Avenida Marítima, o por la
Playa de Las Canteras. Eso me ayudará a desconectar y coger fuerzas
para la temporada que viene, que promete ser intensa.
—¿De
cuánto tiempo estamos hablando?
No
lo sé. Dos o tres semanas tal vez.
—¡¡¿Tres
semanas?!! ¿Y qué voy a hacer yo en todo ese tiempo?
Francamente
querido, ni lo sé ni me importa.